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Ahí nomás
Pablo Etchevers Pablo EtcheversA sólo 4 kilómetros de Nueva Palmira se encuentra Punta Gorda, el hito geográfico donde se unen el río Paraná con el Uruguay para dar nacimiento nada menos que al Río de la Plata.

Desde la costa, uno tiene la sensación de que está ante un acontecimiento geográfico e histórico inigualable. Punta Gorda no es un lugar más en el mapa del litoral uruguayo, es el lugar. Además de su belleza natural, su locación es protagonista.
Ubicado estratégicamente sobre el río Uruguay, frente a la isla Juncal, el sitio fue escenario de distintas batallas navales y conflictos limítrofes, aunque hoy sus cualidades naturales lo hagan uno de los atractivos turísticos más importantes de la región.

Durante uno de sus viajes a América, el genial explorador Charles Darwin conoció la zona y realizó estudios en la ella, allá por 1833. Llevó de este modo importantes hallazgos botánicos, geológicos y paleontológicos a su querida Inglaterra, los cuales rápidamente comenzaron a hablar de las bondades naturales de este rincón del nuevo mundo y le sirvieron a Darwin para fundamentar su teoría sobre la evolución.
Hoy aún se conservan y admiran aquellos estratos que el científico estudió, a los cuales se llega luego de bajar por una pequeña escalera que desde las altas barrancas del río nos conduce a la playa.
El nacimiento del león

A lo largo de la playa es posible caminar por distintos senderos que nos depositan en las orillas tanto del río Uruguay como del recién nacido Río de la Plata, todo frente a la majestuosa presencia del río Paraná. Estos senderos resultan encantadores para el descanso y son visitados diariamente por cientos de pescadores que en busca de surubíes, patíes, tarariras y pejerreyes deambulan por sus costas.
Desde aquí, un pequeño sendero sube hasta una colina que nos conduce, previo paso por un inmenso botánico de plantas silvestres, hasta la batería de Rivera. Esta no es otra cosa que un gran cañón desde donde se controlaba el paso de las embarcaciones enemigas.

Pero lo que más llama la atención en la zona es la Pirámide de Solís. Erigida en homenaje a los infinitos navegantes que recorrieron la zona, este monumento que lleva el nombre de Juan Díaz de Solís es un recuerdo imborrable del paso de este expedicionario por la región de Nueva Palmira.
A metros de allí es posible observar el hito geográfico que marca el mojón “0”, el punto en el mapa en el cual el río Uruguay vuelca sus aguas en el Río de la Plata. Desde allí, el Río de la Plata adquiere su particular color de león y su lenta marejada para bañar todas las ciudades que se encuentran a su paso, entre las cuales sobresale la capital del país, la bella Montevideo.


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